Diferenciar los distintos géneros literarios es algo imprescindible para todo escritor aficionado o profesional. Cada uno de los géneros está asociado a una serie de características que se deben tener en cuenta cuando se escribe, y conocerlas para seguirlas o transgredirlas es esencial para un buen aficionado a la escritura. Por eso, nuestros talleres de escritura online, además de los ejercicios prácticos y los tips para generar buenas historias, te ayudará a diferenciar entre un cuento y una novela.

Aprende a escribir tu novela cumpliendo con todos estos ‘tips’ que siguen los mejores escritores, desde los premios Nobel hasta los más originales y experimentales autores. Descubre también cómo hacer cuentos únicos y planteamientos inéditos, hasta el momento. Parece obvio pero vale la pena reflexionarlo un poco.

La extensión: la principal diferencia

La principal diferencia, y la que todo el mundo plantea cuando se le pregunta en qué se distinguen el cuento y la novela, es la extensión. Evidentemente, una novela es un relato de mayor recorrido que el cuento. Y que, por tanto, permite un mayor desarrollo de la trama, de los personajes, etc. Pero, ojo: un cuento no es una novela pequeñita ni al contrario.

Un cuento puede ser un microrrelato, de apenas unas líneas, o alcanzar una veintena de páginas. Por su parte, la mayoría de las novelas no bajará del centenar de páginas y suele ser escrita por capítulos. Esta es la característica más llamativa del cuento y una de las claves de una novela, pero hay más.

Caracterización de los personajes

Como ya se ha adelantado, la caracterización de los personajes también es muy distinta, dependiendo del género que se esté escribiendo.

De manera general, la novela requiere de personajes bien dibujados, con los que el lector pueda empatizar desde el primer momento y a los que resulte fácil imaginar. Esto requiere de descripciones, muestras de su carácter, peculiaridades a la hora de hablar, etc.

Algo muy distinto ocurre en el cuento: las breves dimensiones de este género se prestan a que la definición de los protagonistas sea mucho más vaga. Esto, lejos de ser un hándicap, es una herramienta que los autores utilizan en su beneficio: permiten crear atmósferas más cercanas al mundo de lo irreal, muy interesantes para este género.

Las tramas de cada género

En la novela, el autor debe ser muy constante en el trabajo con la trama. El novelista tiene la responsabilidad de crear historias que interesen al lector desde el principio hasta el final. Y, para ello, deben ser textos muy bien construidos, con giros de guion, donde todo quede claro al final.

Muy diferente es el mundo de los cuentos: aquí hay también espacio para la experimentación, para las tramas abiertas, para los detalles que pasan inadvertidos, para lo inexplicable. Por lo general la estructura de un cuento pone el énfasis en una sorpresa final, literalmente al final. En el cuento moderno no suele haber cabida para planteamiento, nudo y desenlace en realidad, sino que suele tener un golpe sorpresa al final  de la última página, muchas veces contundente como una patada.

Queda claro: aunque son dos géneros narrativos, la novela y el cuento se diferencian en muchos detalles que hacen que el autor deba ponerse el ‘traje’ de cuentista o novelista según lo que vaya a hacer.

Aprende a escribir tu novela o tu cuento con nuestros talleres de escritura y coaching online y descubrirás cómo aplicar todos estos conocimientos a tus obras. Además, profundizarás en otros detalles relevantes para hacer de tu proyecto literario una pieza de interés para los lectores. Descubrirás conmigo la mejor forma de canalizar tu talento, con una formación 100% personalizada y a medida… y sin moverte de casa. 

 

 

 

 

 

 

 

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